Me di cuenta un día.

-¿Sabes una cosa? que te quiero.

+Pues vaya, hay un problema ¿sabes?

-¿Qué problema?

+Que yo no te quiero.

-¿Por qué dices eso?

+No lo sé, me dí cuenta un día que estaba a tu lado, quizás hace unos meses, quizás no tanto.

-¿Entonces?

+Las cosas cambian, incluso sin darte cuenta.

-¿Entonces no me quieres?

+Claro que no te quiero

-...

+¿No piensas preguntar un por qué?

-Pues claro que sí... ¿por qué?

+Pues porque hace un tiempo, me di cuenta de que te amaba, de que no podía pasar un día sin ti, que te sueño noche sí y noche también, que daría lo que fuera por tenerte ahora aquí conmigo, y que tú, solamente tú, me has hecho rozar lo inalcanzable, ¿necesitas mas razones?

-Me encantas pequeña.

+¿Lo dices enserio?

-Y tan enserio, como para no alejarme nunca de ti, jamás.