No son discusiones, es pedir un beso sin hablar.

Es amor, y se nota claramente, la gente dice que nos ve muy enamorados, pues si es así con la gente, imaginaos sin ella. Porque cuando me cabreo con él y comienza una discusión, por alguna cara extraña que ponga la otra persona, o se trabe en una palabra, que te entre la risa tonta, él te abrace fuerte y te susurre al oído "madre mía que chica" sonría también, y ahí termine cada discusión, no tiene precio. Esas discusiones que parece que consiste en quien va a aguantar más tiempo sin hablar al otro, y siempre alguno de los dos abrace al otro, le de un beso y diga "muchas veces es más bonito terminar una discusión sin palabras, y pedir perdón con un beso". También están las discusiones que a la mayoría nos encanta, esas que no queremos que terminen nunca, esas que aunque intentemos vencer en esa pequeña batalla de besos, rezamos porque en el fondo de verdad piense que nos gana él, esa discusión de quién quiere más a quién que todos hemos tenido alguna vez, y siempre queremos ser derrotados en los brazos de la otra persona.