¡Envidia, pura envidia!

Son pocas las entradas que escribo riendo, pero es que situaciones como esta me sobrepasan. Abundaban comentarios del tipo "durarán poco" "son totalmente distintos" y miles de cosas más, que oíamos incluso de personas cercanas. Dolían, sí, pero hacíamos oídos sordos, aunque a veces, no podía evitar responder. Por culpa de comentarios como esos, han habido entre nosotros inseguridades, y malos entendidos. De los cuales seguían hablando "han roto" "ya seguro que no volverán". Pero sí, fíjate, aquí estamos. Estamos de la mano, siguiendo un camino que poco a poco vamos trazando a nuestras anchas, un camino por el que pasan personas, personas que caminan contigo, te colocan una piedra, caes, y no solo no te levantan, sino que sonríen, y se van. Es verdad que otras se quedan, ¿pero sabes? podría contarlos con los dedos de una sola mano. El caso es que, aunque le de cuerda al tema, el amor a los dieciséis existe, si no te ha pasado, di que tú no amaste, no cuestiones los sentimientos de los demás, ni los pongas a prueba colocando obstáculos, tirando algo, que posiblemente, sea verdadero. Seremos distintos, pero una cosa tenemos en común, y es que queremos un futuro juntos.