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jueves, 11 de septiembre de 2014
Solo es cuestión de acostumbrarse... otra vez.
Conozco esta sensación, por desgracia la conozco, porque tuve que vivir con ella durante mucho tiempo. Y parece que aún me toca soportarla y solo me estaba dando un respiro, pero siempre estuvo aquí conmigo, siempre. Ya las lágrimas no mojan, ni el dolor quema. Al menos es a lo que me he acostumbrado. Mamá, papá: perdón. Aún estoy aprendiendo a volver a llorar en silencio, a sacar esa amarga sonrisa, y a prometeros que todo va bien.
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Me gusta el grado de melancolía que desprende el texto, es precioso, obviando la tristeza implícita, me gusta mucho.
ResponderEliminarUn abrazo y pasate cuando quieras por mi blog :)
A veces la melancolía, la tristeza, y este tipo de sentimientos llegan un poco más, o al menos eso pienso yo. No sé por qué será, pero tampoco es algo que me guste, porque preferiría que llegasen antes los alegres, hablo en general.
Eliminar¡Un grandísimo saludo! :*
Lo entiendo como ese impulso que tenemos los seres humanos a aparentar que todo marcha para no preocupar a los demás. Quizá sea ese el talón de Aquiles de tener gente a tu alrededor. Cuando estás en una soledad permanente (ahora que ha vuelto mi hijo no es mi caso, pero me he tirado dos meses así) da igual si derramas lágrimas o sonríes, pues eres tú el único testigo de tus pasos y llores o rías, el hecho de no tener que dar explicaciones te permite tener una tranquilidad que sólo ofrece el ser coherente con el estado anímico del momento.
ResponderEliminarLa protagonista de esta historia parece justificarse porque hay personas que se sienten mal al verla llorar aunque ella necesita llorar simplemente porque es tiempo de llanto en la vida. Y una sonrisa amarga, sólo hará alargar la tristeza.
Lo que sí que no cambia es tu habilidad en cualquier registro que te propongas contar, con una escritura hermosa y fuerte. Enhorabuena ^_^.
Pero también he de decir que eso no es bueno. Callarse algo a la larga solo complica más todo, acabas sin entenderte ni tú, y preocupando a los demás, porque quienes de verdad te conocen se van a dar cuenta, ¿o si una persona muy cercana a ti está mal, aunque no te haya dicho absolutamente nada, no te das cuenta? Es así, pensamos que ahorramos malas sensaciones a los demás, y en realidad se lo ahorramos a quienes no están cerca, pero los que están cerca realmente son conscientes de que te pasa algo, de que no estás bien, aunque no sepan el por qué al menos a ciencia cierta porque se lo intentas ocultar. También hablo en general. Creo que siempre tienes a alguien a tu lado, aunque tu hijo esté a la distancia por los motivos que sea... nah, yo creo que todos tenemos ese sexto sentido, y si alguien a quien queremos está mal, no sabemos por qué, "pero nos olemos algo", no sé, al menos eso pienso yo.
EliminarCreo que cuando estamos mal todos evitamos meter a personas en el asunto, por los motivos que sean, y todos en algún momento tratamos de justificarnos, porque obviamente, no queremos preocupar a quienes queremos, pero la mayoría de las veces, resulta inútil por todo lo que dije anteriormente.
Muchas gracias por esas palabras Juanjo, espero seguir recibiendo esos comentarios de tu parte, animan mucho ^^
¡Un grandísimo saludo! :*