A partir de ahora esto va a cambiar.

Típico, te contesta cuando quiere y rara la vez que te habla primero, pero si en un tiempo le ignoras, se dirige a ti como si nada. Ese es el momento en el que no sabes si contestarle o ignorarle como ha hecho él hasta el momento, tú tan inocente pensando que estaría ocupado le saludas como siempre. Piensas que al menos se acuerda de ti, después de un tiempo, pero se ha acordado, y nunca será tarde para él. Pero esto vez tras vez te acaba cansando, cuesta dejar de saludarle, ver que está ahí y hacer como que no te has dado cuenta, ver que te habla, e ignorarle como hacía él, no es fácil, es más difícil de lo que pensaste en un principio, pero ya empezó tu guerra, las reglas son: si no me hablas tú, no te hablo yo, si me ignoras tú, cuando vuelvas, seguramente no esté, y cuando vuelvas porque de verdad me eches de menos, espero haberme olvidado de tu existencia. Lo peor de todo esto, es que una vez que empiezas, tienes que llegar hasta el final, y siempre te acabas rindiendo, siempre acabas abandonando la batalla, le echas de menos y sabes, que si ha vuelto, pese a todo, no le vas a dejar marchar para siempre, nunca lo harás, intentando convencerte de que algún día, él querrá que la permanencia sea eterna.