Soñando despierta.

Me despierto una mañana y miro mi lado izquierdo de la cama, y ahí está él, medio dormido medio despierto. Oigo un pequeño llanto, tal vez fuera eso lo que nos despertó a las siete de la mañana un día de vacaciones. Él pone su mano en mi cintura. 
- ¿Quieres que me levante yo y le traigo para acá? -dice mientras se incorpora un poco, manteniendo su mano en mi cintura.
Hago un pequeño gesto con mi cabeza de derecha a izquierda negando su propuesta y bajo mi pie derecho al suelo -además dicen que el día hay que empezarlo con el pie derecho- y después el izquierdo.
-Mejor quédate aquí, anoche a penas dormiste.

Me levanto y me dirijo a la habitación de al lado, donde la pequeña tiene todo ya preparado para cuando vaya creciendo. Además de la cuna en la que se encuentra, una pequeña cama en una de las esquinas de la habitación. Un armario empotrado decorado con mariposas, y ese tipo de cosas que se le pone a una niña: abunda el color rosa.

-¡Buenos días princesa ¿como te despertaste hoy?! -digo con una gran sonrisa dibujada en mi rostro mientras la tomo en brazos y sus lloros cesan de golpe.
Me dirijo ya con la niña en brazos a mi habitación, y allí está él, ya dormido. Me siento con cuidado en la cama para no despertarle otra vez, y manteniendo a la pequeña en mi pecho para que no comience a llorar. Me tumbo a su lado, en mi sitio de la cama, yo girada a mi izquierda, él a su derecha, y la niña entre nosotros dos. Ahora sí.