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domingo, 18 de enero de 2015

Relato | Te extrañé durante tanto tiempo (Parte 2). Laura y Damián.


-Ah, sí... ¿adivinas quién es?
-No lo sé... -miente, pero no a él, sino intenta mentirse a sí misma.
-Es Clara. -ella se acerca a dar dos besos a Laura, quien se mantiene parada, se siente estúpida, sin derecho a extrañarle.

La conoce, ¡vaya si la conoce! Empezaron juntos desde que eran apenas unos críos, él se la presentó a Laura, y van juntos, aún van juntos, no como ellos dos.

Su mirada no puede estar más apagada, su corazón no puede estar más triste, y está enfadada, está enfadada con ella misma, está enfadada con él aunque no tenga la culpa, con sus ojos verdes  su cabello castaño, con sus labios, y con su sonrisa; y aunque él se da cuenta y la sonríe ella solo quiere irse de allí, hacer como que simplemente todo ha sido cosa de su imaginación, y volver a salir a la calle imaginando mil y una historias en las que todas tienen algo en común: se encuentra con esos ojos claros entre toda la gente, se para el mundo, se sonríen, se echan de menos y se abrazan.

En cambio se despiden de forma seca, sin sonrisas de por medio, con una cicatriz que volvió a abrirse de un solo golpe, y duele.

Se alejan, cada uno retoma su camino. Laura está triste porque no pasó lo que imaginaba en cada una de sus historias, clava la mirada al suelo mientras camina, mientras se echa las culpas de todo.
Damián en cambio, no puede evitar mirar hacia atrás continuamente ante la atenta mirada de Clara, que no entiende lo que está pasando. Está enfadado con él mismo, y con ella aunque no tenga la culpa, con su mirada que jamás olvidó, y con esa sonrisa con la que ella no se despidió. Tanto tiempo pensando en ella, y no le dijo lo más importante. Clara y él, hacía años que solo eran amigos. Ella ahora tenía pareja, pero Damián no, pues aunque pasaron algunas mujeres por su vida se dió cuenta de que por las nochess, en quien pensaba era en Laura, imaginaba mil y un encuentros, y lo desaprovechó sabiendo que podían pasar años en volver a encontrarse, otra vez.

-Damián, ¿qué te pasa?
-¿Te acuerdas que te dije que hay una chica a la que jamás conseguí olvidar?
-Sí.
-Es ella.
-Entonces no dejes que se escape de nuevo, corre, corre a buscarla, ha sido mucho tiempo extrañándola. 

Damían abandona el camino que estaba haciendo, da media vuelta, y recorre el camino que ella acaba de hacer, va en su busca. Laura siente a alguien corriendo tras ella, aparta la vista del suelo, mira al frente, y detiene el paso, pero no se gira, no se mueve. De repente lo nota, nota sus brazos en su cuerpo abrazándola fuerte, nota la respiración agitada a causa de haber ido corriendo, aunque no estaba demasiado alejada. Cierran los ojos, se puede ver como del ojo derecho de Laura cae una lágrima, está feliz, es él, reconoce su olor, reconoce sus manos. Poco a poco se da la vuelta y le mira a los ojos, a esos ojos verdes que tanto interfirieron en sus sueños una y otra noche.

-Te he echado mucho de menos.
-Yo a ti también.


No he podido evitar pensar en esta canción.
Y es que nunca se me dio demasiado bien poner las cartas sobre la mesa. ♥

5 comentarios:

  1. Y como suele suceder, hasta que no se pone las cartas boca arriba, no sabes la respuesta cierta.

    Pero yo entiendo bien esta conducta (y por lo que cuentas, tú también lo sabes) Y es poner las cartas boca arriba puede darte una respuesta que no estás preparado/a para recibir y te queda "el consuelo" de pensar que esas fantasías que te inundan cuando paseas, cuando despiertas, cuando estudias/trabajas, cuando sueñas... pueden hacerse realidad un día.

    Poner las cartas sobre la mesa puede arrojar un no definitivo y volver a empezar duele demasiado. Por no hablar de lo que duele un sueño hecho añicos. Al final se acaba mezclando todo y el resultado es la pérdida de toda la creencia en un futuro.

    Yo hubiera hecho lo mismo que Laura ^_^. No estoy en mi mejor momento ahora y eso te hace perder confianza en ti mismo y los golpes duelen más. Es volver a la adolescencia, a los miedos de molestar, a la derrota sin preguntar sólo por lo que los ojos muestran... Y por eso, este final me ha gustado tanto personalmente. El final que todas las historias se merecen ^_^.

    Que tengas una noche llena de cosas bonitas, chica catorce ¡2:*!

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    Respuestas
    1. A veces lo que da miedo son las cartas de la otra persona.

      Y si, lo bueno de callar es que te queda esa posibilidad ahí, aunque puede ser que a la hora de ser sinceros la respuesta de la otra persona sea la que tu quieres que sea, a veces da miedo arriesgar y prefieres seguir soñando.

      He de decir, que el no poner las cartas sobre la mesa no arregla nada, porque lo único que tienes es esa posibilidad, pero si no arriesgas jamás la vas a conocer realmente, entonces ¿de qué te sirve tenerla ahí?

      Todas las historias deberían acabar así :)

      ¡Un grandísimo saludo!2:*

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  2. Creo es un texto muy lindo, lo he leido mientras escuchaba
    " se acabaron las lagrimas" de huecco. Te pido la escuches porque me ha gustado leerla con esta canción, Te mando un abrazo enorme y nos leemos.
    Pasate por mi blog cuando gustes

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    Respuestas
    1. Ayyyy no la conozco, tengo que escucharla mientras leo el relato de nuevo, yo lo hice con la que puse en la entrada, sin duda, es exactamente igual *-*

      ¡Un grandísimo saludo! 2:*

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  3. Nunca sabes cuán fuerte será ese sentimiento en el momento para que de repente la voz se escape de tus labios y se sincere tu menta sin ni siquiera haber tenido tiempo de reflexionarlo, de preparar la manera de decirlo...
    Awwww jo, gracias, me alegra que te gusten mis relatos ^^

    ¡Un grandísimo saludo! 2:*

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Recuerda, este blog es para sacar una sonrisa, para pasar un buen rato, ¿te gustó? házmelo saber y no olvides pasarte por este pequeño mundo cuando necesites sonreír :)

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